"Soy leyenda", de Richard Matheson

Texto dedicado al gran escritor Richard Matheson, In Memoriam

También dedicado a todas las personas fallecidas en la pandemia de Covid-19, a sus familias y a todos los que sufrimos la pandemia y sus dolorosas consecuencias.

Creo firmemente en los clubes de lectores. También en los librofórums, cinefórums y en cualquier asociación de amigos que se reúnan para charlar sobre cultura, en general. Todas esas reuniones, fórums, clubes, etc. siempre me han parecido una forma excelente, quizá la mejor, de compartir entre amigos las lecturas que hacemos, las películas que vemos, las obras de teatro que nos gustan, la música y la cultura que nos fascinan.

Cada lectora, cada lector, cada uno de nosotros tiene, debe tener y merece tener su propia visión, su propia opinión, su propia lectura del libro, de la obra teatral o de la película que sea, en especial si se trata de libros, obras de teatro o películas que consideramos "clásicos" o "clásicas".

Pero ¿qué es un clásico? ¿Por qué consideramos unos libros como clásicos y otros, no? Esa pregunta ha dado lugar a infinitos libros, artículos, reseñas... a lo largo de la Historia de la Literatura universal. No puedo ni debo responder ahora a tal pregunta, aunque, si el tiempo me lo permite, en otra ocasión quizá me atreva a responderla desde las páginas de este blog sobre "Libros que te gustarán".

Hoy quisiera hablarte, lector amigo, de una novela muy conocida. Se trata de Soy leyenda, publicada en 1954 y muy bien escrita por el gran novelista y guionista norteamericano Richard Matheson, fallecido el 28 de junio del año 2013. Esta novela es famosa gracias a su autor, evidentemente, pero también gracias a que se trata de una narración trepidante, de acción a veces lenta y otras muy rápida, de oscuridad y luz, con una trama llena de implicaciones filosóficas, morales y vitales.

Pero esta novela de Matheson se hizo aún más célebre gracias al cine, ya que su argumento ha sido llevado a la gran pantalla en varias ocasiones: por ejemplo, existen las versiones más clásicas, protagonizadas por Vincent Price (El último hombre sobre la Tierra, 1964) y por Charlton Heston (El último hombre... vivo, The Omega Man, 1971) y la más reciente, con Will Smith como protagonista (Soy leyenda, 2007). Incluso existe una versión española, aunque esto es poco conocido por el público en general. Yo no he podido ver esa versión (las otras tres, sí) pero quien la ha visto asegura que, de todas las que se han realizado hasta ahora, es la más fiel a la novela de Matheson. 

La versión española de "Soy leyenda" es un cortometraje en blanco y negro, dirigido por Mario Gómez Martín en 1967, poco después de la versión de Vincent Price. La novela de Matheson es de 1954 y la primera traducción al castellano fue publicada por la editorial Minotauro en 1960. Por tanto, era una novela ya muy popular en los sesenta. De ahí que el cortometraje de unos 30 minutos de Mario Gómez Martín.

Esta obra fue realizada bajo la censura franquista pero en unas condiciones en las que también se pretendía ir poco a poco abriendo el régimen al exterior. Al decir de quienes han podido verlo, mantiene todo lo esencial en la historia fantástica y de ciencia ficción imaginada por Matheson y, especialmente, su oscuridad, su pesimismo, su negrura, su desesperanza sobre la Humanidad, rasgos todos ellos propios del libro de Matheson.

La historia que se nos narra es bien conocida por todos, en especial por los amantes de las ficciones de este género y por los amantes del cine fantástico, de ciencia ficción y, en este caso, debe citarse también como propia del género de terror. Esa historia consiste en un argumento aparentemente manido y muy usado en multitud de libros y películas: el fin de nuestra civilización. ¿Cómo se cuenta en las páginas que nos ofrece Matheson? De forma muy original, aunque hoy nos parezca más que trillada.

El argumento nos cuenta la dolorosa vida del Doctor Robert Neville, el cual vive en la ciudad de Los Ángeles, hacia finales de los años 70 o comienzos de los 80, en un mundo postapocalíptico donde todos los seres humanos han sido infectados por esa pandemia imposible de vencer. Esta pandemia ha sido causado por una guerra bacteriológica que produce los síntomas de lo que en Literatura podríamos llamar "vampirismo", el cual constituye todo un género en las letras y en el celuloide, gracias a obras como Drácula, de Bram Stoker, El vampiro, de Polidori, Carmilla, de Sheridan LeFanu, por citar las más clásicas, y tantas otras narraciones que, para ser breve y no alargarme demasiado, no cito pero que son bien conocidas por lectores de todas las edades y lugares.

El Doctor Neville, al ser el único hombre vivo no infectado, que ha visto como sus seres queridos, su familia y amigos, han sucumbido, aunque en su desesperación ha intentado buscar una cura a tan fatídica enfermedad, debe al mismo tiempo defenderse de las criaturas de la noche, de esos vampiros que le acechan cuando se pone el Sol, porque él, el solitario, el desolado, el científico impotente pero luchador hasta el fin, el Doctor Neville no se da por vencido, porque es el último ser humano (al menos en su ciudad, en Los Ángeles) y debe resistir como pueda, mientras pueda, aunque no ignore su final y, por doloroso que sea, sabe que, con suerte, morirá solo y sin haberse infectado.

Dejo que los lectores sean quienes se acerquen a la lectura del libro por sí mismos y, desde luego, jamás se me ocurrirían contarles el final de una historia como esta. Esa terrible pandemia que nos narra el autor (Richard Matheson, al fallecer en 2013 no supo que en 2019-20 íbamos a vivir una pandemia mundial, terrible pero, por fortuna, no tan mortal como la de su inquietante libro) provoca en quienes la contraen una enfermedad mortal. 

Las personas fallecidas resucitan de algún modo, ya que se convierten en vampiros (con casi todas las convenciones del género vampírico) pero, como en otras enfermedades de contagio, hay algunos portadores de la enfermedad, algún transmisor que resistió lo que pudo, para ir muriendo poco a poco, para volver en la fatídica y sórdida forma de acechante vampiro.

No todo es pesimismo y desolación en esta novela apocalíptica. Hay tramos de descanso para el lector, de belleza y de nobleza, de resistencia y de lucha hasta el último aliento. Siempre debe quedar una puerta abierta a la esperanza, ya que, si no, el lector se sentiría defraudado a las pocas páginas de empezar y dejaría el libro en la mesilla o la estantería. 

Sin embargo, al ser una novela en la que el propio autor impone a su heroico y legendario personaje del Doctor Neville que deba vivir en un mundo extremo, terminal, en completo declive y decadencia, que deba enfrentarse a ese mundo que cae, a esa civilización que ya nos existe, pues abunda, como era de esperar, la oscuridad, la negrura (no sólo física sino también moral), la desesperanza, la muerte, la tristeza y las miserias humanas más desgraciadas.

Espero, querida lectora, querido lector, que si has llegado hasta estos párrafos finales, te animes a leer Soy leyenda, de Richard Matheson. Estoy realmente convencido de que te atrapará desde el principio porque es una ficción muy bien construida, amena a pesar de su oscuro planteamiento, fascinante y, sin duda, se puede considerar que, cuando han pasado 70 años desde su publicación original, es uno de los más grandes clásicos del género de tema postapocalíptico, distópico, de ciencia-ficción y de terror. Hoy en día hay incluso magníficas versiones en cómic de esta novela, que se anticipó muchos anos a su tiempo.

Que disfrutes de su lectura, si tienes la fortuna de hacerla, como espero. Si lo deseas, puedes dejarme tus comentarios en este blog de Libros que te gustarán. Te guste el libro o no, tus palabras siempre serán bien recibidas. 


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